Una problemática crítica: el acceso desigual al agua y la amenaza de los proyectos extractivos

Durante la jornada se abordaron las relaciones entre las sociedades locales y el agua, haciendo foco en los múltiples conflictos que surgen del acceso desigual, la contaminación de fuentes hídricas y las tensiones provocadas por las actividades extractivas en territorios indígenas y rurales. Se visibilizaron las formas diversas en que las comunidades gestionan el agua como bien común, los desafíos que enfrentan para sostener sus prácticas tradicionales, y las amenazas que representan proyectos extractivos que desconocen o vulneran estos derechos.

“Con las demandas de insumos mineros a causa del avance extractivismo en urgente poder indagar mejor en toda la complejitud de las afectaciones socio-ambientales” agregó Sara Choquevilca, coordinadora del área derechos de los pueblos indígenas de Andhes e integrante del OCSA ( Observatorio de Conflictos Socio-ambientales de Quebrada y Puna de la UBA). Entre lxs distintos expositores y participantes se remarcó la importancia de mantener y propiciar estos espacios de intercambios para unir esfuerzos y difundir los reclamos que las distintas comunidades sostienen en sus luchas para construir un mejor presente y un futuro posible para todas las formas de vida.

También se reflexionó sobre la necesidad de fortalecer las capacidades comunitarias para la defensa del derecho al agua y la importancia de articular esfuerzos entre diversos actores para promover una gestión sostenible, justa y participativa de los recursos hídricos.

La participación de ANDHES representó una oportunidad fundamental para fortalecer el diálogo interdisciplinario y comunitario en torno a uno de los derechos más esenciales: el acceso al agua. “Estar presentes en estos espacios permite visibilizar las problemáticas específicas que enfrentan las comunidades indígenas del Noroeste Argentino, especialmente en contextos de vulnerabilidad socioambiental”, expresó Ángela Yankillevich, voluntaria del área de Derechos de los Pueblos Indígenas de ANDHES.

En el marco de esta jornada, desde nuestra organización presentamos el proyecto “Voces”, desarrollado junto a comunidades de Rinconada que se llevó adelante durante tres años. Esta experiencia permitió no solo visibilizar iniciativas construidas desde y con los territorios, sino también destacar la necesidad de que los procesos de defensa del agua y del territorio estén liderados por quienes los habitan y sostienen. Compartir la experiencia concreta del Departamento de Rinconada permitió mostrar cómo el acompañamiento técnico, el enfoque de derechos humanos y la planificación participativa pueden convertirse en herramientas potentes para transformar realidades locales. 

La presentación del proyecto Voces fue realizada en conjunto con Mirta Llampa y Norma Prieto, hermanas de la Comunidad Indígena de Rinconada, que viven en los territorios, quienes conocen en profundidad cada necesidad de sus familias vecinas  y son protagonistas de las luchas por la defensa del agua. De esta manera, el proyecto fue presentado del mismo modo en que fue pensado y ejecutado: reconociendo los saberes, la experiencia y la capacidad de acción de las comunidades. Esta forma de participación no sólo refleja la metodología de trabajo de ANDHES, basada en el respeto y la corresponsabilidad, sino que también refuerza la necesidad de que organizaciones de la sociedad civil y sociales acompañen sin suplantar, potenciando las capacidades organizativas de los territorios.

El intercambio en el taller potencia las redes entre organizaciones, comunidades y espacios académicos, y permitió compartir experiencias, estrategias de resistencia y modos de articulación frente a las amenazas extractivas. Además, reforzó la idea de que la defensa de los bienes comunes necesita ser pensada y protagonizada desde el territorio, promoviendo alternativas sostenibles construidas por las propias comunidades. 

En este sentido, la participación de ANDHES en este encuentro no solo fue una oportunidad para visibilizar las problemáticas del Noroeste Argentino, sino también un paso más en la construcción de un modelo de gestión hídrica que reconozca los derechos de las comunidades y promuevan la justicia social y ambiental.