Sus capítulos cortos, de 24 minutos, hacen que sea muy tentadora de maratonearla. Además juegan con distintos tipos de humor. Desde el momento que inicia te estas riendo, ya sea un humor físico, con los diálogos, la caracterización de los personajes o con la construcción de la escenografía. Hay gags y bromas constantemente que podrían pasar por burdos. Sin embargo, a través de la misión secreta del agente Felipe Rozenfeld, la trama nos va develando una fuerte crítica social que pone el ojo en el accionar de las fuerzas policiales, como así también en la dirigencia política.