En la mañana del 29 de agosto del 2024, Franco ALMIRÓN, un joven de 31 años, fue víctima de un gravísimo hecho de violencia policial. Tres agentes del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM) encapuchados y con el rostro totalmente cubierto por un pasamontañas, le dispararon a quemarropa a la cara. Luego se retiraron del lugar sin prestarle auxilio ni dar aviso a las autoridades, como si nada hubiera pasado.