En el “Mito de la caverna", quizás la alegoría filosófica más conocida, un grupo de hombres se encuentra aislado y cautivo en una cueva. Ahí, solo ven luces y sombras que se proyectan en una de las paredes de piedra. Por las características de su prisión, asumen como única verdad las sombras que perciben. Sin embargo, uno de ellos es liberado. En su camino de salida de la cueva y en el exterior descubre que la realidad es más compleja y profunda.
