Desde la asunción del presidente Javier Milei, las decisiones políticas y las medidas vinculadas a Memoria, Verdad y Justicia muestran un marcado retroceso institucional y simbólico. Este proceso ocurre en simultáneo con el avance de discursos que buscan deslegitimar las luchas históricas por los derechos humanos, relativizando o, incluso negando los crímenes de la dictadura militar.
