La empresa Ledesma S.A.A.I. tuvo un papel central en el genocidio en Jujuy. Participó activamente del proceso de reconfiguración social que, mediante la persecución, el secuestro, la tortura y la desaparición forzada de personas, desarticuló todo tipo de organización social y sindical que pudiera resistir u obstaculizar el proceso político de “reorganización nacional” y el proyecto económico neoliberal.