Un balance que se inscribe en un contexto particularmente adverso para los derechos humanos en Argentina. La reconfiguración geopolítica global tiene su expresión en nuestro país con el avance de políticas regresivas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, la disolución de programas, el cierre de dispositivos de acceso a la justicia, la criminalización de la protesta social y la legitimación pública de discursos de odio y negacionistas. Un escenario de riesgo para las organizaciones defensoras de derechos humanos.
