“Las escuelas dicen nunca más”

Escribe Camila Alonso Avellaneda, coordinadora del área de Memoria, Verdad y Justicia

“Las escuelas dicen nunca más” surge como una ambición. También como un proyecto. Es resultado también de experiencias. Es el deseo de escuelas tucumanas trabajando la memoria local, conociendo la historia de nuestra provincia desde una perspectiva de derechos humanos. El proyecto incluye docentes y estudiantes y tiene el objetivo de construir la memoria colectivamente en las aulas y con las nuevas generaciones. Es en estos espacios donde consideramos necesario resignificar el Nunca Más por todos y todas, y particularmente por estudiantes quienes miran los aberrantes hechos que ocurrieron en nuestro país a los ojos de la actualidad, de sus realidades y de las problemáticas que los atraviesan; como así también por docentes quienes asumen el rol de agentes transmisores del pasado reciente. 

Luego de un proceso de apoyar y sostener el proceso de Memoria, Verdad y Justicia- en diferentes etapas sucesivas y complementarias- desde cuatro líneas: lo jurídico, la investigación, la comunicación y la educación, se crearon una gran cantidad de recursos y herramientas comunicacionales desde una concepción de la comunicación como herramienta política, estratégica y contrahegemónica, capaz de interpelar a distintos sujetos políticos y salir del microclima conformado por nosotros y nosotras. A pesar de ser una arista axial, se evaluó que esa producción no era suficiente para generar un cambio cultural y dar batalla a los discursos hegemónicos profundamente arraigados en el sentido común de la sociedad, representados en frases como “algo habrán hecho”, “los argentinos somos derechos y humanos”, “fue una guerra contra la subversión”, etc. 

A partir del material realizado y un camino experiencial que comenzaba en las aulas es que comenzamos a trabajar en la pedagogía de la memoria, entendiendola como  una herramienta política de transformación en el campo educativo en general, el cual se encuentra atravesado por disputas de sentidos y poder, terreno conflictivo e ideológico, donde también se desarrolla el proceso de construcción de la Memoria, Verdad y Justicia desde este lugar. Este concepto también  recupera el cómo enseñar, y es así que decidimos crear un material para la enseñanza de la memoria que recupera y capitaliza estas experiencias anteriormente mencionadas, los talleres implementados, los diálogos con jóvenes e inquietudes como así también las voces de docentes. Se trata del cuaderno didáctico, pedagógico y político denominado “Las escuelas dicen Nunca Más” con desarrollos conceptuales y propuestas de implementación en el aula de las diferentes temáticas que hacen a la Memoria, Verdad y Justicia para el nivel secundario. Podríamos preguntarnos ¿qué es lo valioso y/o novedoso que tiene este material? y desde nuestro lugar, entendemos que es una producción propia y local permitiéndonos contar con información, recursos, producciones realizadas en Tucumán y de andhes especificamente y lecturas no tan conocidas -por lo menos en el ámbito escolar- dando cuenta lo que significó el Operativo Independencia y el terrorismo de estado en la provincia.  Se trata de la dimensión local de la memoria

Creemos que un trabajo de la memoria de este tipo adquiere sentido y pertinencia en este contexto ya que la construcción de la identidad de una escuela no puede hacerse por fuera de su propia Memoria, como institución que vivió en carne propia el terrorismo de Estado y cuyas consecuencias trascienden hasta la actualidad. 

Consideramos necesario  generar propuestas que interpelen a los jóvenes con una didáctica novedosa y donde ellos sean actores de cambio y fortalecimiento de la Memoria. Pero también deberemos dejar espacio para que los jóvenes puedan hacer preguntas desde su propia experiencia, para que puedan apropiarse de ese pasado desde su presente. El vínculo intergeneracional no supone una transmisión repetitiva, sino la creación de espacios en que las nuevas generaciones asuman libremente su pasado como parte de un legado colectivo.  Esto quiere decir que si bien el material está destinado a docentes, consideramos fundamental qué los jóvenes y estudiantes lo conozcan para poder ellos apropiarse de este tipo de herramientas para pensar también desde su lugar y desde sus derechos lo que consideran fundamental de la enseñanza en la memoria. 

Actualmente, la lucha por la memoria es un recorrido constante, donde ciertos discursos negacionistas adquieren mayor o menor  fuerza según el contexto. No hay pedido de justicia y verdad sin el fortalecimiento en políticas públicas  y sin la lectura o el análisis de continuidades y discontinuidades de los actos impensables de los genocidas y las prácticas de terror en nuestro presente.

Finalmente, resulta importante destacar que este camino solo puede ser posible en una democracia fortalecida que interpele el pasado y construya el futuro qué buscamos.

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