¿Y la Justicia dónde está?:

La causa Ingenio la Fronterita ha demostrado en los últimos tiempos ser el cruel paradigma de la actualidad de los juicios de Lesa Humanidad en nuestro país. Es así que, si bien los avances del último tiempo tienden a demostrar que, contra viento y marea, es posible que las causas contra la complicidad económica avancen, un análisis en retrospectiva nos deja un sabor a poco, o mejor dicho sabor a injusticia.

En distintas instancias en estos últimos años hemos expuesto distintos puntos de análisis sobre la causa y sus artistas más importantes. Por ejemplo esta reciente nota de Gabriel Pereira donde profundiza sobre la realidad actual de la causa y la oportunidad histórica de juzgar a los actores económicos del terrorismo de Estado. También tuvimos oportunidad de escribir un dossier con revista crisis al que llamamos “Legados de Impunidad” y buscamos poner foco sobre la relación histórica entre las empresas y los derechos humanos en nuestro país. Allí escribimos una nota haciendo un paralelismo entre lo ocurrido en el Ingenio La Fronterita y el popular caso de la Noche del Apagón en el Ingenio Ledesma en Jujuy. También en otras notas hemos abordado el avance de la posible impunidad biológica a favor de los acusados y las víctimas. 

Finalmente podemos repasar algunas publicaciones o coberturas de distintos medios relacionadas a la causa. Por ejemplo, recomendamos esta nota del Buenos Aires Herald con una entrevista a la familia Ortiz, a quienes representamos en la querella de la causa. El diario Tiempo Argentino también sacó una nota haciendo eje sobre el caso Fronterita y los 50 años del inicio de la represión en la provincia de Tucumán con el llamado Operativo Independencia. Por último recomendamos el valioso trabajo de las investigadoras tucumanas Ana Jemio, Silvia Nassif y Daniela Wieder quienes reconstruyen la cotidianeidad de la vida en las colonias del Ingenio y publicaron “Fronterita cuenta su historia”, Humanitas, 2024.

Hoy, en esta segunda edición del boletín andhino, nos gustaría profundizar en un aspecto que este año volvió a tomar relevancia pública. Esto es el patrón de impunidad de prácticas violatorias de derechos por parte de algunas empresas o empresarios. Y es que en el caso del Ingenio Fronterita esto es visible y claro, como el agua. 

Despidos y conflictos laborales de ayer y hoy

La empresa Minetti comienza a despedirse de Tucumán y tal vez sea necesario comenzar a pensar en el saldo de estos muchos años de explotación cañera en la provincia. 

Hace unas pocas semanas nos desayunamos con la noticia de que la empresa Minetti decidió vender una parte del ingenio Bella Vista que quedaba en sus manos, luego de la venta de Fronterita en el año 2016. El ingenio Bella Vista para el año 79 formaba parte de CONASA, la compañía de administración nacional creada para paliar la crisis azucarera proveniente del cierre de los ingenios tucumanos en el año 66. Su venta en el marco de la dictadura militar a los Minetti, es uno de los enigmas a dilucidar en juicio oral.

Lo llamativo, o no tanto, es que esta venta precipitó el intento de despidos a más de 60 trabajadores del ingenio. La situación logró no escalar con la intervención de actores políticos como el Gobernador de Tucumán o la intendenta de la ciudad de Bella Vista. Pero en Córdoba los trabajadores no tuvieron esa suerte. La conflictividad devino incluso en la toma de la fábrica y posteriormente en denuncias penales por parte de la empresa contra los trabajadores que lucharon y resistieron el desguace practicado desde hace casi una década. En su momento los trabajadores acusaron a los empresarios por el vaciamiento de la empresa con el consecuente riesgo en los puestos de trabajo. Existieron despidos masivos violando las leyes laborales, y más recientemente trabajadores condenados penalmente por estos hechos.

El negocio no para

En este punto podemos recordar que la justicia federal, en el marco de la causa por crímenes de lesa humanidad contra los empresarios, dictó un embargo preventivo donde inmovilizó los bienes que aún les quedaban a los Minetti alrededor del ingenio Fronterita. Esto por considerar que fueron parte de la estructura represiva que se montó alrededor del Centro Clandestino de Detención y Tortura instalado en el ingenio. En muchas de esas hectáreas embargadas funcionaron las colonias del ingenio donde vivían los trabajadores con sus familias. De esas casas fueron secuestradas la mayoría de las víctimas de la causa. Esas colonias fueron eliminadas por la empresa justamente durante el período dictatorial.

En ese marco pudimos acceder a la quiebra cursada por la empresa donde descubrimos que dichos terrenos estaban a punto de ser vendidos a la subsidiaria de la Coca Cola en nuestro país, ARCA Continental y Salta Refrescos. Con el embargo esa venta se vio frustrada. Años después vemos cómo el negocio no para y que los Minetti venden a esa misma empresa multinacional el ingenio Bella Vista. La Coca ya había adquirido el Ingenio Fronterita en el año 2016.

El costo de la impunidad

Finalmente podemos analizar la arista sobre los delitos ambientales cometidos casi que de manera crónica por la empresa durante su estadía en la provincia. En este artículo del dossier de revista Crisis analizamos los juicios contra empresarios por contaminación ambiental que terminaron en condenas casi al mismo tiempo en Tucumán y Santiago del Estero. Los Minetti tuvieron varias causas en la justicia federal por cuestiones parecidas, en esos casos no llegaron a juicio oral ya que pudieron arreglar instancias de reparación previa (probation). Recientemente tuvieron sanciones administrativas por el volcado de residuos de vinaza en la desembocadura del Río Salí. Esto provocó la mortandad de peces en algunas zonas del embalse.

Con estos elementos sobre la mesa podemos ver cómo algunas de las empresas vinculadas a la violacion de derechos humanos en el ayer, sostienen prácticas abusivas o violatorias de distintos derechos en la actualidad. Este es el costo de la impunidad.

Lo que importa

No es menor que cada día que pasa el retardo de justicia deja más desprovistas a las víctimas de un real acceso a la justicia. Pero esto tiende a agravarse aún más cuando pensamos en que a muchas de las víctimas les llega su muerte sin haber podido siquiera declarar en juicio oral. El papel de los hijos y familiares en este sentido se vuelve clave para mantener encendida la llama de la memoria y la posibilidad de representar a su ser querido en un juicio por los más atroces delitos.

En muchos casos irán a contar la historia que escucharon alguna vez de la boca de sus padres o madres. En otros casos asistirán a lo que la justicia determinó que es el pedazo de historia que les toca sin poder conocer en profundidad los detalles de los hechos en boca de su ser querido.

Esta situación fue puesta de manifiesto al Tribunal Oral Federal de Tucumán al enterarnos de los recientes fallecimientos de algunas de las víctimas del juicio. Mientras tanto, el poder económico persiste y cuenta con el factor tiempo de calidad a su favor.  

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